El TaiChi es un milenario Arte Marcial de China basado en la observación de la naturaleza, del ser humano y de la relación entre ellos. Extendido principalmente como forma para mejorar y mantener la salud, favorece la respiración, el equilibrio y la coordinación a todos los niveles.
Entendemos por Qi Gong (leído Chi Kung) al trabajo con la energía. La energía primordial (Qi) que nos mueve y de la que nos alimentamos los seres vivos… y los aparentemente no tan vivos. Este trabajo (Gong), implica un esfuerzo, una dedicación en tiempo, interés y constancia. No es algo que se consigue inmediatamente, sino después de algún tiempo de práctica.
El Tai Chi es un Arte Marcial que, precisamente por trabajar con la energía, es eficaz como tal y tambien a nivel terapéutico, ya que busca, entre otros aspectos, ese equilibrio de nuestras energías internas -y con el exterior-, que denominamos Salud.
El Tai Chi es, por tanto, Qi Gong y, como práctica, es un trabajo holístico que desbloquea, equilibra y tonifica a la persona que lo practica asiduamente en todos sus aspectos, por lo que actua como preventivo de nuestra salud.
A nivel energético, se compensan los desequilibrios que, según la Medicina Tradicional China, pueden dar lugar a enfermedades a nivel físico o emocional. Se tonifica y fortalece progresivamente todo el cuerpo. A nivel mental relaja y tranquiliza, bajando el excesivo ritmo de nuestros pensamientos. A nivel emocional nos ayuda a contactar e identificar nuestras emociones y canalizarlas de forma equilibrada. Y a nivel espiritual, ayuda a sentirnos en paz con nosotros mismos y nuestro entorno. El Tai Chi es una forma de reencuentro con la Naturaleza y con todo lo que Es.
La respiración es el aspecto más importante del Tai Chi. De ella depende prácticamente toda la eficacia del trabajo, y que lo que hacemos no sea solo “gimnasia”.
Los movimientos sutiles y pausados del Tai Chi, permiten apreciar los numerosos matices y detalles que esta práctica conlleva, y realizados de forma circular trabaja correctamente las articulaciones y favorece la fluidez a nivel energético.
Estar atento al momento presente y a todas las sensaciones, tanto físicas, energéticas y emocionales, es una de las maneras de conducir la mente a un estado de tranquilidad y sosiego que hacen que el Tai Chi sea una buena forma de meditación en movimiento.
La mente y el cuerpo funcionan en armonía, un pensamiento flexible comienza por un cuerpo flexible... y viceversa. Conecta con la respiración, la energía vital y la esencia espiritual a través de las Asanas del yoga.